Versículos bíblicos

Versículos de la biblia de consuelo por la muerte de un ser querido

Escrito por Aisha

He aquí versículos de la biblia para confortar la pena en el duelo, por la muerte de un ser querido.

Salmos 34 :18 − El Señor está cerca de los que tienen el corazón quebrantado; libra a los de espíritu abatido.

Salmos 31 :9 − ¡Señor, apiádate de mí en mi angustia! Tengo los ojos enrojecidos de llorar; el dolor ha quebrantado mi salud.

Salmos 147 :3 − Él sana a los quebrantados de corazón y les venda las heridas.

Mateo 5 :4 − ¡Dichosos los que lloran, porque serán consolados!

Juan 14 :18 − No los voy a dejar huérfanos; volveré a estar con ustedes.

Juan 14 :27 − Les dejo la paz, les doy mi paz; pero no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni tengan miedo.

Salmos 46 :1 − Dios es nuestro amparo y nuestra fuerza, nuestra pronta ayuda en tiempos de tribulación.

Salmos 30 :5 − Un instante dura su ira; su gracia perdura de por vida. Las lágrimas pueden huir la noche entera, pero al amanecer habrá gozo.

Juan 16:33 − Yo les he dicho estas cosas para que en mí encuentren paz. En este mundo van a sufrir, pero anímense, yo he vencido al mundo.

Proverbios 3 :6 − Busca la voluntad del Señor en todo lo que hagas, y él dirigirá tus caminos.

1 Tesalonicenses 4 :13 − Hermanos, no queremos que ignoren lo que pasa con los que mueren, para que no se pongan tristes como esos otros que no tienen esperanza.

2 Tesalonicenses 2 :16, 17 − Que el Señor Jesucristo mismo y Dios nuestro Padre, quien nos amó y nos dio un consuelo eterno y una esperanza que no merecemos, 17 los consuele y ayude a hacer y decir siempre lo que es bueno.

Isaías 49 :13 − […] porque el Señor ha consolado a su pueblo y tendrá compasión de su dolor!

Jeremías 31:13 −  […] porque transformaré su aflicción en gozo, los confortaré y los haré alegrarse, porque el cautiverio con todos sus dolores quedará atrás.

1 Corintios 1:3,4 − Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen en ustedes su amor y su paz. No ceso de dar gracias a Dios que les concedió su amor por medio de Cristo.

Eclesiastés 3 :1-4 − Para todo hay un tiempo oportuno. Hay tiempo para todo lo que se hace bajo el sol. Tiempo de nacer; Tiempo de morir; Tiempo de plantar; Tiempo de cosechar; Tiempo de matar; Tiempo de sanar; Tiempo de destruir; Tiempo de reedificar; Tiempo de llorar; Tiempo de reír; Tiempo de tener duelo; Tiempo de danzar;

Salmos 25 :16-18 − Ven, Señor, y muéstrame tu misericordia, pues me hallo indefenso, abrumado, sumido en la tribulación. 17 De mal en peor van mis problemas, ¡ay, líbrame de ellos! 18 Siente mis dolores; fíjate en mis angustias; perdona mis pecados.

Salmos 23 :4 − Aun cuando atraviese el negro valle de la muerte, no tendré miedo, pues tú irás siempre muy junto a mí. Tu vara de pastor y tu cayado me protegen y me dan seguridad.

Juan 14:1-3 − No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí. 2 En la casa de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, no les habría dicho que voy a prepararles un lugar. 3 Y si me voy a prepararles un lugar, volveré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté.

Éxodo 3 :7 − He visto los profundos sufrimientos de mi pueblo en Egipto —le dijo el Señor—, y he oído sus oraciones en que piden liberación de sus duros capataces.

1 Samuel 1:15-17 − No, señor —contestó ella—, no estoy ebria; es que estoy muy triste y estaba derramando las penas de mi corazón delante del Señor. No pienses que soy una borracha. En ese caso —dijo Elí—, alégrate, y que el Dios de Israel conceda tu petición, cualquiera que sea.

2 Samuel 18:32-33 −¿Y cómo está el joven Absalón? ¿Está bien? —preguntó el rey. ―¡Ojalá todos los enemigos de mi señor el rey mueran como murió ese muchacho! —respondió el hombre. Al oír la noticia, el rey rompió a llorar y subió al cuarto que estaba encima de la puerta. Se lamentaba diciendo: «¡Ay, Absalón, hijo mío! ¡Absalón, hijo mío! ¡Ojalá hubiera muerto yo en tu lugar! ¡Ay, hijo mío, Absalón, hijo mío!». Entonces, el rey se entristeció mucho, subió a la habitación que estaba encima de la puerta, y mientras lloraba, decía: «¡Hijo mío Absalón, hijo mío Absalón! ¡Ojalá yo hubiera muerto en tu lugar, Absalón, hijo mío, hijo mío!».

Salmos 22 :25 − Porque no ha desdeñado mi clamor ni mi profunda desesperación; no me ha vuelto la espalda ni se ha alejado. Cuando clamé a él, me escuchó y acudió.

Juan 11:33-35 − Cuando María llegó a donde estaba Jesús y lo vio, se arrojó a sus pies y le dijo: ―Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Jesús, al ver llorar a María y a los judíos que la acompañaban, se conmovió mucho y se turbó. Él les preguntó: ¿Dónde lo sepultaron? Ellos le respondieron: ―Ven a verlo, Señor. Jesús lloró.

¡Sé fuerte!

Aisha

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